No
hace falta ser ninguna lumbrera para darse cuenta de que la sociedad del
bienestar que nos vendieron cuando crecimos o en la que creíamos haber vivido
era una absoluta falacia. Es algo contrastable con lo que ocurre hoy día e,
incluso, si echamos la vista atrás, al percibir los desencadenantes de lo que
hoy ocurre, mucha gente coincide en que se nos ha engañado vilmente. Hasta aquí
nada del otro mundo, sin embargo, hay cosas que no se cuestionan en absoluto
alejando un debate que, en mi opinión es crucial para comprender lo que ocurre
y trazar cambios que resuelvan la situación. Este debate no es otro que el del
concepto de democracia o, mejor expresado, el secuestro de las élites del
concepto de democracia.
La
palabra democracia por sí misma no tiene gran significado más allá del famoso Demos–krátos o gobierno del pueblo.
Básicamente porque sin una definición concreta de gobierno y de pueblo, el
sistema puede variar considerablemente. Un ejemplo claro es la Atenas clásica
donde el pueblo lo formaban únicamente hombres libres nacidos en la polis y,
por tanto, excluía a más del 50% de la población total de la ciudad, algo que
contrapone claramente el concepto moderno de democracia. Otro ejemplo
interesante sobre las cuestiones democráticas es el referéndum constitucional español.
Es interesante porque el proceso constituyente no fue popular ni abierto, es
decir, no fue democrático en su construcción (lo redactaron siete personas) ni
en su aprobación (se aprobaba, o no, en su totalidad. Sin enmiendas). Esto
también contradice claramente el concepto moderno de democracia ya que, en
principio, todas las reformas son debatidas por los representantes populares
antes de ser aprobadas y además están sujetas a enmiendas. Por si no quedaba
claro lo repito: en principio.
Así
con todo, lo único que parece claro es que, como concepto, todos los sistemas
democráticos suponen la redistribución popular del poder (poder
económico-material) en mayor o menor medida. Esto significa, no sólo poder de
decisión de sí/no sobre cuestiones preconfiguradas, sino, poder de
transformación de realidades en un plano de igualdad material entre las
diversas clases. ¿Qué significa un plano de igualdad material? Es aquel donde
ninguna persona, pese a tener mayores capacidades materiales (económicas,
influencias, sociales… etc.), puede beneficiarse de ellas para obtener ventaja
sobre quien tiene menores capacidades.
De
este concepto de igualdad material provienen los sistemas ideados durante las
revoluciones liberales en Europa y América: separación de poderes, sistemas
bicamerales/tricamerales, sufragio universal, referéndums… etc. El problema es
que (no por casualidad) se quedaron ahí. No hubo más avances en la práctica,
salvo las que fueron consecuencia de las revoluciones obreras, que la pura
reforma mecánica de los sistemas de democracia. De este modo a día de hoy los
medios de comunicación consideran países democráticos solo a aquellos que tienen sistemas de mecánica
democrática, sin entrar en más consideraciones.
La democracia como cuestión mecánica
De
manera permanente, en cine, prensa, televisión… se nos equipara posibilidad de
meter un papel en una urna con democracia. Como si dos bielas bastasen para
establecer la noción de motor o como si un motor fuese suficiente para
verificar el concepto coche.
Si
lo analizamos bien, por un lado, para hablar de democracia mecánica real, todas
las variables deberían tener una igual consideración. Por tanto en la decisión
entre A y B lo lógico es la posibilidad de elegir A, B, proponer C o no elegir
nada y que ambas cuatro opciones computen de igual modo, cosa que hoy no
ocurre. En un referéndum básico (como el de entrar en la UE, OTAN,
Constitución…) se nos plantea como democrático solo el 50% de las posibilidades
lógicas. El 25% (las de un opción C) se les llama opciones “antisistema”, no
sólo se eliminan sino que se criminalizan y, el otro 25% (las de no elegir) en
un alarde de prepotencia se ignoran. ¿Esto es democrático?
Si analizamos la importancia que tiene que los
votantes estén bien informados, la democracia mecánica tampoco sale muy bien
parada. Actualmente no se otorga igualdad de oportunidades de difusión a todas
las opciones. En primer lugar porque el dinero que destina el gobierno a unas
opciones y otras es desigual (cada país tiene diferentes criterios) y en
segundo lugar porque aquellos con más dinero tendrán mayores capacidades de
difusión y explicación de su opción. ¿Es esto lo que se entiende por
redistribución del poder?
La democracia como cuestión económico-material
Una
vez vi una viñeta en la que se planteaba la siguiente cuestión:
- ¿Qué prefieres que te mate o
morirte de hambre?
- Y… ¿no hay otra cosa?
- Uhmm… bueno… si lo prefieres puedes
ser mi esclavo.
- Ufff, sí , sí. Prefiero ser
esclavo. Menos mal que he podido elegir en libertad
Esta
viñeta se parece mucho a la pregunta que un periodista le planteo a un político
que cuestionaba el sistema actual: Si tú
no tuvieses trabajo que preferirías, ¿estar en paro o un minijob? En esta
pregunta se basa un enorme problema democrático. ¿Cómo van a elegir libremente
quienes tienen urgentes necesidades vitales por satisfacer? O dicho de otro
modo, cualquier persona de clase social baja que esté en la miseria más
absoluta agradecerá cualquier opción que se le plantee por muy denigrante,
inmoral o contraria a sus intereses que sea.
Por
supuesto, coadyuvante de esas necesidades objetivas son las condiciones
subjetivas que generan quienes tienen en su poder los flujos de información.
Dicho de otro modo, hay dos formas de ser consciente de que un país está en
crisis: Analizando tu situación personal y la de tu comunidad comparándola con
la de hace una década o si te lo dicen los medios de información. Si todos los
medios de información están en manos de la clase social dominante
(accionariado, fondos de inversión, grandes capitales…) ¿Cómo sabe la clase
social más baja si es engañada o no? La respuesta es bastante sencilla sino
obvia: porque el Estado lo regula. Pero… ¿La democracia no servía para gobernar
el estado?
Llegados
a este punto la pregunta que subyace en todo es… ¿Existe democracia hoy? o
dicho de otro modo. ¿Es posible la democracia en un sistema capitalista? Personalmente
no lo creo. Entiendo que es posible cierto grado democrático, pero en ningún
caso se puede hablar de democracia.
El secuestro del concepto democracia
Del
mismo que la pregunta formulada arriba es bastante obvia, los movimientos
obreros surgidos tras la revolución francesa se fueron progresivamente haciendo
estas preguntas pero, lógicamente, abordándolas en mucha mayor profundidad. Plantearon
que en toda sociedad que tuviese clases sociales o materiales antagónicas, la
democracia sería imposible. A nivel general plantearon como solución que la
eliminación de las clases sociales y económicas era la única vía para lograr
una democracia auténtica.
De
este modo, casi todas las corrientes ideológicas surgidas (socialismo,
feminismo, comunismo, anarquía…) han tratado de solucionar estas preguntas
aportando sus visiones al respecto. De hecho, siendo justos, muchos pensadores
e historiadores sostienen que las clases dominantes no tuvieron más remedio que
aceptar la democracia tras las innumerables revueltas obreras durante todo el
siglo XIX y XX.
Esta
tesis corrobora, en mi opinión, que en las escuelas no se hable de las democracias
populares que se produjeron en los países comunistas. No es que estos países
fuesen la panacea de la democracia, pero sí que aportaban otra visión de la
misma; algo fundamental para poder generar cualquier debate al respecto ya que
estos países centraban su democracia en las cuestiones materiales-económicas
obviando las cuestiones mecánicas.
Así
con todo, en pleno siglo XXI la categoría de democracia se otorga solo a quien
tiene una democracia mecánica, y se combate a quien trata de ampliar el
concepto hacia parámetros económicos. De esto tenemos cuantiosos ejemplos en la
historia como toda la guerra fría, la república española, el gobierno de
Salvador Allende en Chile o la llamada revolución Bolivariana en Venezuela…
entre otros. Todos estos intentos de ampliación democrática fueron frenados con
golpes de estado apoyados por países “democráticos” haciendo patente que sus
democracias esconden una funcional dictadura de clase.
Los
países que hoy dominan el mundo no permitirán un verdadero sistema democrático
porque viven actualmente en una dictadura a la que todo el mundo se refiere
como democrática sin serlo. Allí donde
solo se eligen cuestiones absolutas preconfiguradas por grupos de poder, donde
los medios de difusión y opinión son propiedad de las clases altas, donde las
necesidades acuciantes determinan la opción de voto… ¿se puede hablar de
democracia? ¿Acaso depositar un papel en una caja es garantía única de
democracia?
A
fin de cuentas solemos llamar dictadura sólo a aquellos sistemas hiperliderados
o hiperpresidencialistas donde se incumplen además las mecánicas de
voto/democracia. Si entendiéramos de una vez que no hace falta dar la cara para
dominar un país, si entendiéramos que democracia no es igual a voto y que la
represión económica y social es igual que la represión militar o policial,
quizá comenzaríamos a comprender lo que es la democracia y lo que son las
dictaduras que han secuestrado el concepto de democracia para sí.