SOMOS MUCHXS QUIENES NOS DAMOS CUENTA QUE
DETRÁS DE LAS ÚLTIMAS MEDIDAS TOMADAS EN OSAKIDETZA SE OCULTAN LOS CIMIENTOS
DEL DESMANTELAMIENTO DE LA SANIDAD PÚBLICA, EL DERECHO A LA SALUD UNIVERSAL Y
LA PRIVATIZACIÓN DE ESTE DERECHO FUNDAMENTAL PARA ENRIQUECIMIENTO DE LAS
GRANDES FORTUNAS.
No es casualidad que durante nuestra jornada laboral vayamos
bautizados de arriba abajo en función de nuestro desempeño profesional. Azules,
Rosas, Grises, Blancos, Verdes, Morados… ¿Cómo sentirnos lo mismo cuando
llevamos permanentemente etiquetas distintas?
Así nos va y nos ha ido. Años enteros de luchas de unas categorías
contra otras, eventuales contra estatutarios, estatutarios contra laborales,
unos sindicatos contra otros… Mientras tanto algo que nos afecta a todxs y
ocurre delante de nuestras narices, parece imposible lograr una unidad que le
haga frente: nos están robando Osakidetza a la cara… y no estamos haciendo nada
para pararlo.
Tenemos claros ejemplos de cómo funciona esta estrategia. Es verdad.
No somos Madrid ni Cataluña y nuestra situación no es la misma, pero vamos
camino de ello. Al igual que Madrid y Cataluña hace 10 años, progresivamente
están disminuyendo las partidas presupuestarias a sanidad, aumentando el ratio
pacientes/sanitario, disminuyendo las contrataciones, gastando menos en equipamiento
y materiales, introduciendo el copago, negando asistencia a parados de más de
dos años… en definitiva recortando. Literalmente:
legislando a favor de la sanidad privada.
No es una estrategia nueva. Esperanza Aguirre ya lo hizo en Madrid:
desmantelar la función pública para, cuando esté desbordada, justificar la
necesidad de externalizar la gestión privatizar. No es casualidad de que
en los últimos cinco años se hayan construido tres grandes hospitales privados
en Euskadi. No es casualidad que el consejero de sanidad actual (Jon Darpón)
fuese el director general del IMQ Zorrozaure (y destacado inversor) ¿A eso no
se le llama conflicto de intereses?
Es verdad que quizá no estemos aún sumidos en el abismo, pero nos
empujan a velocidad de vértigo hacia él. Quizá si no empezamos a hacer algo
ahora, no tengamos margen de actuación cuando veamos la privatización de forma
patente. Osakidetza es una de las mejores cosas que hemos construido entre
todxs en esta sociedad. El derecho a la salud es el derecho fundamental de
todas y cada una de las personas y ningún criterio económico puede primar sobre
nuestra salud y nuestras vidas.
Es el momento de superar luchas internas, intrasindicales,
intercolores, interprofesionales para en conjunto pelear porque el derecho a
una salud pública, universal y de calidad no se toque bajo ningún concepto.
¡¡¡Nos quieren divididos por colores… démosle un gran arco iris!!!
Colectivo DC Antígona
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