jueves, 19 de mayo de 2011

No soy el futuro, soy el presente


          Me encuentro en un tren hacia Rovaniemi pero con un destino un tanto incierto. Ando algo aislado del mundo que me rodea sin apenas saldo en el móvil ni conexión a internet. ¿Quién en su sano juicio necesita internet para no sentirse aislado? dirían muchos, yo mismo lo diría hace poco menos de un par de años. Sin embargo los tiempos cambian, las situaciones mutan y la realidad de hoy difiere mucho de la de ayer. Hoy internet es el presente, ese mundo paralelo con sus propias normas en las que todo vale, nada sobra y la mitad es porno pero que bien utilizado puede generar un gran poder. Ayer, como en tantas otras ocasiones últimamente demostró su poder. 

          Ayer cuando desperté acababa prácticamente de regresar de viajar por las republicas bálticas y en mi mente solo estaba el viaje a Laponia del día después y las pelusas de mi cuarto que comenzaba a estorbar amontonándose por los rincones. Todo era normal solo que, por primera vez en toda mi estancia en Finlandia llevaba más de quince días sin consultar la prensa digital, los foros o bloggear. Apenas una revisión del buzón de correo y cuatro cosas más con lo que, como hacia habitualmente, repasé sin mucha atención cómo le iba al mundo y me encontré con la acampada de sol. Fue increíble, por fin encontraba algo que venía demandando desde hace años, casi desde aquella adolescencia tardía en la que me dio por manifestar mis ansias de cambios del mundo que se abría ante mí y no me gustaba. Por fin vi que la juventud seguía siendo joven, que aún existían inquietudes más allá de las nuevas tetas en interviú o del futbol. La juventud no estaba dormida… solo había estado descansando.
 
        Por fin vi planteamientos sensatos, ideas nuevas, actividad, referentes ideológicos, argumentos sólidos, juventud realmente preparada y motivada para el cambio… por fin vi creatividad. Jóvenes de todas partes de todas las edades unidos por un referente que la mayoría de los medios de comunicación no entendían… ya no hacen falta líderes. Por fin un movimiento nuevo. Ya no huimos asustados con esos planteamientos arcaicos y obsoletos como “que viene la derecha”, “paz y amor hermano”, “lucha de clases” o el mal usado “compañeros uníos”. Por fin algo nuevo. Por fin.
 
         Asambleas en las que todos participan gente abierta a todas las ideas ningún líder que te mete cosas en la cabeza tan solo información, información, información, información. ¿Qué bien suena eh? Es increíble cómo cambian estas palabras sin editoriales detrás ni Prisas que compren o sesguen la información del mundo, bancos que desde Bilbao a Santander pasando por las cajas y caixas de Madrid y catalanas influyan en lo que vale y lo que no, en genérame esta opinión pública que necesito liquidez en medio de la crisis. Esta vez no. Información, información, información, información. Vote usted a quien quiera he oído decir a una activista pero sepa cuanto cuenta y como cuenta su voto. ¿Conoce usted la ley de H’olt? Oí ayer a otro chaval que con diecinueve, hijo de la generación ni-ni, está dando a estas horas una lección a todos aquellos que cuando los policías abandonaron el gris se dedicaron a gozar en lo que consiguieron sin pedir más.
 
     No soy el futuro soy el presente ley en una pancarta. Que buen slogan me dije. Que fuerza de frase, que gran regalo a todos los que allí están y entonces comprendí la originalidad del momento: no estaba firmada. No sabemos a quién se le ha ocurrido pero lo mejor es que no lo necesitamos. ¿Para qué?  ¿Por qué hay que ponerle cara a las ideas cuando deberían ser para todo el mundo? Anonymous ya lo demostró no hace demasiado, en los tiempos del wiki (What I Know Is… // Significa lo que se es…) donde el conocimiento se reparte gratuitamente a mentes despiertas, en tiempos del TED donde las ideas nuevas se regalan o cuando con el P2P la cultura no se compra se comparte… ¿Por qué encumbrar un nuevo dios, si el Olimpo entero que tenemos ya nos sangra demasiado? ¿Tan difícil es de entenderlo? Al parecer sí.
 
      Ayer me pasé casi seis horas pegado a la pantalla de mi ordenador, enganchado a Twitter, viendo reportajes en stream y noticias de los periódicos y medios de difusión más cercanos, en facebook, en foros… en fin en una nube increíble de opiniones y contraopiniones. ¿Mi conclusión? Los medios no entienden lo que está pasando.
 
      No lo entiende Gabilondo que, tras mamar de la teta de una prisa apadrinada por el enrarecido grupo autodenominado socialista, después de tener uno de los telediarios menos neutrales de la historia (me descojono, y perdón por la palabra, del de Urdaci en comparación) y de enarbolar gritos y proclamas contra solo un bando se intenta unir al filón de lo neutral eso sí, adviertiendo que cuidado con lo que se vota y a quien se vota no sea que salga quien no se quiere. Me ahorro en consideraciones, solo diré… qué huevos le echas.
 
      No lo entiende izquierda unida que cual gobierno de la China popular lleva años dormitando en la neblina del quiero y no puedo y cuando puedo me pilla a contrapié. Aquellos que se unen a lo que sea con bocata de mortadela llamando a todos compañero camarada (el más canalla hasta se tilda de comunista) pero que con su sueldo, aún sin ir al parlamento, muchas familias hoy tendrían algo más de luz a final de mes.
 
       No lo entienden los sindicatos, aquellos que “defienden los derechos de los trabajadores” aquellos que se autodenominan representantes de los intereses del proletariado y que sin embargo se nutren y beben de los efluvios del desagüe de los partidos políticos. ¿Ideas? ¡No, hombre! Mejor una manifestación sin sentido, eso sí gritando bajito que el que manda es amigo.
 
         No lo entienden “los que saben”. Aquellos tertulianos que se quejan del “tomateo” en su intelectualidad de letras y plumilla que a veces y solo a veces consiguen escucharse entre ellos en gallineros donde el que cacarea más alto gana la partida de un programa de “pluralidad política” donde minutos antes te han vendido la segunda generación de minipimer mientras te cuentan los escarceos de unos y otros para entretener a la masa borrega. Piden un programa político… ¿para qué? ¿Para buscar el recoveco y conseguir difamar y demagogiar con el pretexto de que una preposición deja la interpretación equivoca del argumento?
 
      Y por supuesto no lo entiende la clase política. ¿Cómo puede ser que un magistrado, que se considera independiente, calme la rabieta de la esperanza acordando que socialmente (y legalmente) esta protesta no es admisible? ¿Cómo puede estar fuera de la ley opinar? ¿¡¿Estamos locos?!? ¿Qué se puede esperar de una clase política que solo reforma a cuatro años vista… a lo sumo? Solo puedo decir algo bueno de esa gente, no sé si era político o un simple funcionario, pero chapó por aquel que dio orden a la policía de no disolver la concentración aún desobedeciendo la ley. Eso si es civismo.
 
       Lo mejor y lo peor de todo es que muchos jóvenes sexagenarios sí lo entienden. Lo entienden jubilados, amas de casa, inmigrantes, locales, trabajadores, desempleados… todo el mundo menos ellos. Si gente de cierta edad con tanto vivido, con tantos lideres seguidos entienden que esta vez ya no nos hace falta un buen orador sino una buena nube de pensamientos y creatividad… ¿porqué los de siempre no lo entienden?
 
       Y después de todo aquí me encuentro, sin saber que está pasando. Ayer me lamenté una y otra vez de no poder estar ahí participando como el resto dando fuerza a este movimiento. Hoy por la mañana aun con la duda de si hago bien o mal he cogido el tren hacia el norte cuando mi corazón me guiaba hacia el sur, hacia sol. No podría llegar a tiempo ni aunque quisiera, es una lástima. Por lo pronto me conformo con organizar algo en Helsinki, con dar mi apoyo a través de internet, con difundir todo lo que pase a mi pequeñita red social y con escribir esto, que aunque no sirva para nada a mi me sirve para desahogarme un poco. Sé que esto probablemente no llegue a nada, como no llegó mayo del 68. O que llegue solo a medias como en la transición española pero no importa. Lo importante no es conseguir cosas de hoy para mañana sino mirar más adelante. Hoy en día ya no es la lucha de clases, ya no hay una nobleza a la que tumbar, hoy hay personas. Ayer miles de ciudadanos entendieron que el poder de las redes virtuales es increíble, y muchos se sorprendieron de que los medios no les avisaran: muchos se dieron cuenta de su información desinformada. Los jóvenes de todas las edades ayer se reencontraron con un arma fundamental en este siglo XXI. Internet es para todos, abierto al mundo y las ideas. Al igual que Gutember con su imprenta revolucionará el conocimiento y las reformas sociales en el mundo, las redes sociales e internet proporcionan el poder de saltarse censuras sesgos y desinformaciones. A partir de ahora mucho tiene que cambiar esa arcaica y obsoleta “sociedad” que nos gobierna sino se quiere quedar atrás, mas bien si no quiere ser sustituida.
 
Los jóvenes de hoy hartos estamos ya de la misma monserga de siempre.

No somos el futuro, somos el presente

3 comentarios:

  1. Eh perdona pero no digas que mayo del 68 no llegó a nada vale? Lógicamente no fue una revolución, no buscaban el poder, sólo hacerse oir y decir: oye, que estamos aquí, y no podrás hacer lo que te venga en gana porque sino protestaremos. Que hoy en día estén igual de jodidos que en España, es totalmente cierto. Pero en su día, las manifestaciones de mayo 68 cambiaron muchas cosas.
    Marine.

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  2. Bueno Marine entiendo que como francesa te hallas sentido ofendida por ese comentario pero sinceramente creo firmemente que de nada sirvió. Si bien las protestas cesaron cuando de Gaulle cedió convocando elecciones generales y planteando un referndum que aunque se aprobó nunca se llevo a la practica real. Francia nunca llegó a descentralizarse del todo y tu misma podrás corroborar que con las politicas que hizo Jaques Chirac la centralizacion total del pais es un hecho hoy en día.

    Si que entiendo que sirvó para que se hicieran bastantes convenios obreros y se renegociaran la fiscalidad de los trabajadores pero si se compara 2011 con 1968 poco se ha avanzado. El sentimiento de unidad y poder que surgió esos dias se apaciguó con la informacion desinormadad de los medios y la sociedad de consumo, como acabo con las pretensiones de miles de españoles en la transición. No tengo nada que reprochar al pueblo francés, si al español que no vivió el 68 como debiera por mucho que se diga, aqui no llegó. Veamos que pasa dentro de unos meses aqui.

    En definitiva lo unico que queria expresar es que la gente a tomado conciencia de la utilidad de internet dejando a un lado las octavillas y los lideres come-morales microfono en mano. Quiza no cambiemos nada pero la gente hoy se ha dado cuenta que el futuro viene por otro camino, eso era lo unico que queria decir. Mis disculpas si alguno mas le ha molestado el texto

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